“Salud financiera” uno de los términos que más escuchamos en México desde el surgimiento de las Fintech

“Desde el surgimiento de las fintech y la creación de los canales digitales de los bancos tradicionales usamos el termino. Y sin embargo, nadie se ha tomado el tiempo de explicarnos qué demonios es la salud financiera.
¿Tener una cuenta de banco? ¿no pagar comisiones en mi cuenta y tarjeta? ¿pagar menos comisiones cuando pagamos con tarjeta? ¿tener acceso a créditos cuando los necesito? ¿no tener que pararme en un banco nunca más y aún así hacer uso de sus servicios? Estos son, sin duda, elementos que contribuyen pero que por sí solos no hacen una gran diferencia y sin un objetivo claro.


La salud financiera es algo más amplio y que cubre muchos aspectos; no solamente es cómo nos relacionamos con el dinero, sino cuándo y a través de qué medios y nuestros objetivos con el mismo, así como la manera en que puede mejorar nuestras vidas. Una definición que me parece excelente y es ampliamente aceptada es la que recoge la Política de Inclusión Financiera 2020–2030 en México:

“La salud financiera puede definirse como aquel estado que permite que las personas sean capaces de manejar sus finanzas de manera adecuada, permitiéndoles hacer frente a sus gastos cotidianos, afrontar variaciones negativas en sus flujos de ingresos y aumentos desproporcionados o inesperados en sus gastos (tener resiliencia), lograr sus metas y aprovechar oportunidades para lograr su bienestar y movilidad económica.”

Los cuatro elementos que captura esta definición son:
1- El manejo de las finanzas diarias
2- La resiliencia
3- La seguridad en el futuro financiero
4- El control sobre nuestras finanzas
Estos elementos pueden parecer un poco abstractos pero en realidad son fáciles de entender si nos hacemos una serie de preguntas para cada unos de ellos.

1- ¿Tengo un plan para asignar dinero en casa? ¿Planifico mis gastos y sigo mi presupuesto? ¿Puedo pagar todos mis gastos dentro de un ciclo de ingreso?
2- ¿Cómo manejaría un choque inesperado en mis finanzas (enfermedad, pandemia, desempleo, etc)? ¿Es mi red de apoyo lo suficientemente diversa (ahorro, crédito, seguros, red social)?
3- ¿Puedo reservar dinero para objetivos y planes futuros? ¿Puedo aprovechar una oportunidad si se me presenta?
4- ¿Me siento en control de mi situación financiera? ¿Confío en mi capacidad de tomar decisiones financieras adecuadas?

Si no respondiste que sí a todas las preguntas, no te preocupes ¡no estás solo! La buena noticia es que nunca es tarde para empezar a construir tu salud financiera.
Es importante empezar a pensar a futuro y ser más resiliente en tus finanzas, tener mayor seguridad y tener el control sobre tus finanzas para poder realizar tus sueños, afrontar imprevistos y a que, en lugar de preocuparte por tu dinero, te ocupes de él.
En los próximos posts te contaré cómo aproximo yo mis finanzas, mi ahorro y mis inversiones y la importancia de que tu ahorro siempre sea remunerado.
Salvador, fundador de Levo
